La casa verde por la la Arq. Lau Libenson

Fotos: Anabella Sor

CONSTRUIR UNA CASA

¿En qué estado adquirieron la casa y cuál fue el mayor esfuerzo (estructural o no) que tuviste que hacer para adaptarla al nuevo proyecto? 

La casa estaba, a rasgos generales en muy buen estado. Los pisos de pino tea del living y el dormitorio estaban muy bien y todas las aberturas, tanto las de madera como las metálicas, casi perfectas.

De hecho, en un momento consideramos hacerle unos ligeros cambios, que hubieran bastado para tornarla “habitable” y mudarnos antes de comenzar con la reforma mayor. Sin embargo, su organización no nos gustaba: nos resultaba poco funcional y muy oscura, y por este motivo decidimos ir por todo.

Los desafíos fueron varios, pero el mayor fue el armado de la nueva escalera en el interior, que implicó modificar la estructura del living y el funcionamiento general de la casa. Y el desafío no fue solo estructural y constructivo sino creativo: Eran muchas las funciones y las complejidades que esta pieza tenía que resolver y que se pensaron hasta el detalle.

¿cuál fue el mayor desafío que enfrentaste a la hora diseñar y construir?

Ser arquitecta y cliente a la vez fue un desafío enorme. Al momento de diseñar, (si bien fue un proceso que amé) me encontré teniendo miles de conversaciones conmigo misma; quería plasmar en muy pocos metros muchísimas ideas. Mi mayor trabajo como profesional suele ser simplificar y acotar el abanico de posibilidades para cada cliente. No tener enfrente una persona que me guiara y me dijera “esto sí, esto no”, fue difícil.

La obra fue el otro gran tema: en una obra tradicional, estoy yo resolviendo todos los problemas que pueden ir surgiendo y los clientes ven solamente los resultados; acá no hubo nadie llevando adelante ese trabajo por mí.

Por suerte en ambas instancias tuve el soporte de mi marido que ofició como el cliente más abierto pero a la vez frío y directo que jamás tuve.

¿En qué caso priorizaste espacio y en cual luz y cuál es la relación de estas dos variables en este proyecto?

Creo que una de las cosas más importantes que tiene que tener un espacio (si no es la más importante) es la luz natural. La prioridad en cada decisión fue no solo generar espacios amplios por un tema funcional, sino para que hubiera pocos impedimentos al rayo del sol.

Remover la cubierta del patio y abrir hacia él ventanas amplias, integrar los ambientes en planta baja, y generar una nueva entrada de luz desde la escalera fueron todas estrategias que fueron pensadas con ese objetivo.

 

¿Cuál es tu detalle favorito de la casa o el que te da mayor satisfacción?

Hay muchos detalles que me gustan, pero lo que más satisfacción me da son no los detalles, sino algunos momentos puntuales que se dan en el día a día en los que pienso: mi casa es hermosa.

Uno es cuando llego. Abrir la puerta de entrada y encontrarme caminando por a mi patio, con los calcáreos verdes, la enredadera a un lado, y la madera de la cocina de remate, todo iluminado con una luz cálida es una sensación indescriptible. Hay algo en mi patio que me obliga a frenar y contemplar.

Me pasa algo similar al final del día, cuando mi hijo ya se fue a dormir y me encuentro sentada en el sillón, en silencio con mi marido. Miro el living con sus techos altos, sus paredes de ladrillo, decoradas con sus puertas de cedro y celosías antiguas, la escalera de fondo, simple pero presente, la lámpara iluminando tenuemente la mesa del comedor y me vuelvo a sorprender, cada día, con que esta sea mi casa.

 

¿Pregunta curiosa: tiene algún nombre en especial la casa?

No, pero en el barrio la reconocen como la casa verde.

MATERIALES

¿cuáles fueron las decisiones para elegir los materiales protagonistas del proyecto: ladrillo, madera, metal y calcáreo y cómo tuviste que balancearlos?

La casa tenía un montón de materiales originales que supimos desde un principio que queríamos no solo conservar sino destacar; esa fue la premisa del proyecto. Y con esa intención clara, todo lo que sumamos fue desde el diálogo.

La primera decisión que tomamos fue la de conservar las aberturas de cedro, toda la herrería del patio y los pisos de pino tea del living y el dormitorio.

Además, descubrimos los ladrillos del living, tanto de pared como de techo, que estaban ocultos detrás de revoque y un cielorraso plástico. Fue una decisión compleja porque tuvimos que picar a mano y con mucho cuidado toda la superficie, lo cual implicó mucho tiempo y, por sobre todo, paciencia.

Después vino la parte más difícil: ¿qué materiales elegir para todo lo nuevo? El primero que incorporamos fue el piso del patio. Los pisos de las casas chorizo suelen ser muy llamativos y bellos, pero en nuestro caso, tanto el patio como el baño y la cocina habían sido remodelados hace unos pocos años y no conservaban sus materiales originales, así que optamos por reemplazarlos. La búsqueda realmente no costó porque cuando vimos el calcáreo que finalmente elegimos no hubo duda. Y en base a esa elección, que se iba a ver desde todos los ambientes de la casa, es que avanzamos con motivos más “clásicos y sencillos” para la cocina y el baño.

Pensamos que mostrar las texturas de ciertos materiales sin cubrirlos con pintura o enduidos te permite revelar con honestidad cómo se construye o se sostiene una casa. ¿Por qué decidiste trabajar con ladrillo a la vista en las paredes y en la bovedilla? ¿Qué pensas que le aporta al espacio? ¿Qué contraste existe entre los ambientes comunes y los privados?

El ladrillo me parece un material noble y muy bello que, a diferencia de un revoque, nos permite no solo entender cómo se construyó la casa sino qué cambios fue teniendo a lo largo de su vida. En el actual living se puede ver, por ejemplo, indicios de la pared que originalmente dividía los dos ambientes principales de planta baja, la ventilación de la estufa que los calefaccionaba y, hasta las modificaciones a las instalaciones que tuvimos que hacer nosotros mismos durante la obra.

Creo que cuando la arquitectura nos da elementos propios con los que trabajar está bueno poder hacerlo. Y estas intervenciones con sus cicatrices, les dan una personalidad muy única a los espacios.

Además, en nuestro caso, la decisión de dejar el ladrillo visto no solo en la bovedilla sino en las paredes a partir de los 2.50m fue clave para controlar la altura de este gran espacio. Un ambiente domestico de 4 metros de alto es algo único y hermoso, pero se puede tornar un tanto ajeno a la escala humana.

EL PATIO

Lo usual en estas tipologías de casas, es que se elija incorporar al patio como un ambiente más para sumar metros cuadrados de interior. Decidiste mantenerlo y resolver la existencia de dos dormitorios con mucho ingenio y creatividad que resultan en ambientes poco convencionales y de alto atractivo espacial.

¿Cuál fue tu premisa o los motivos para conservar un patio abierto?

Creo en los ambientes de calidad, bien ventilados e iluminados, y no en sumar metros cubiertos porque sí. Conservar el patio abierto, que es el corazón de la casa, nos permite que hoy todos los ambientes ventilen y reciban luz directa.

Además, para nosotros, por más que sea descubierto, es un ambiente más, que tiene muchísimo uso.

AMBIENTACIÓN Y EQUIPAMIENTO

Juhanni Pallasmmaa teoriza y argumenta que la tactilidad es extremadamente importante en un edificio, esto nos lleva a preguntarnos si en tu proceso de diseño pensas en la forma en que se siente la casa al tocarla.

Creo que los espacios son para ser vividos. Las sillas tienen que ser cómodas, las alfombras tienen que estar preparadas para ser pisadas y los sillones para mirar una peli con la mayor comodidad. Es mucho el tiempo que pasamos en nuestras casas y no basta con que nuestros espacios sean solamente lindos.

Intento en cada proyecto evitar el material “simil” algo; que no reproduce ni la textura, ni la sensación, ni la temperatura del material original, que es algo muy raro para el ser humano. No es fácil (de hecho es muy difícil) pero cuando se logra creo que son los mejores resultados.

 

Contanos sobre las distintas texturas de materiales, por ejemplo telas, donde está la presencia de suavidad y fragilidad en el proyecto- donde está la presencia más fría y más calidad o como se compensan en el proyecto interior.

Como premisa, siempre pienso las casas en su totalidad como cálidas. Después, según las limitantes de cada ambiente y las necesidades de cada familia y sus rutinas es que voy complementando con materiales más utilitarios que hacen que el mantenimiento no se haga tan complejo.

En mi casa, por ejemplo, todo el sector del living está pensado en tonos de madera y textiles. Desde la alfombra para caminar descalzos hasta las mantas para cubrirse en invierno.

La cocina y el baño son ambientes donde es más complejo conservar la calidez, porque su contacto con la humedad y la suciedad requiere de superficies más compactas, y por definición, menos cálidas. En mi caso, el calcáreo de la cocina nos resolvió equilibradamente las dos cuestiones: calidez y practicidad, y los tonos verde y madera acentuaron esta elección.

Para el baño pasó algo similar, elegimos el mosaico granítico que es muy noble y da una sensación muy cálida pero a la vez es muy práctico de limpiar y mantener.

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